Pablo Remón es una persona polivalente donde las haya. Escribe guiones, dirige cortos y ahora se ha atrevido a juntarlo todo y darle un nuevo enfoque escribiendo y dirigiendo su primera obra de teatro.

Apasionado de la escritura que cuenta historias que le perturban y a las que consigue dar vida de una manera original e impactante. No entiende de momentos externos, de tiempos perfectos para hacer o experimentar. Sólo sabe que cuando se mueve algo dentro de ti; una imperante necesidad de hacer o en su caso, de contar algo, lo imposible es no hacerlo.

Nominado al Goya por su segundo corto Todo un futuro juntos y reestrenada en Madrid su primera obra de teatro La abducción de Luis Guzman, charlamos un rato con Pablo Remón que triunfa en tiempos revueltos.

¿Qué se siente al tener clara tu vocación, vivir de ella y contar con el aplauso del público y el beneplácito de la crítica?
Es cierto que vivo de esta profesión aunque lo complemento dando clases en la escuela ECAM. En general es una carrera de fondo y se pasa por distintas etapas. Ahora es una muy buena a diferentes niveles pero no deja de ser una carrera de fondo y lo importante es hacer media y no volverte muy loco cuando va muy bien ni desesperarte cuando va mal.

¿Cuándo te das cuenta de que quieres dedicarte a esto?
Siempre me ha apasionado leer y ver películas. Me fascinaba, me volvía loco aunque nunca me había planteado dedicarme a ello. A los 19 me enteré de que habían abierto la escuela de cine ECAM y decidí hacer las pruebas de selección pero sin tener claro qué quería hacer realmente. Me cogieron y cambió mi vida porque desde ese momento no he querido dejar este mundo.

¿Animarías a la gente que quiere dedicarse a hacerlo a pesar de la dificultad?
Totalmente. Yo no lo entiendo de otra manera. Para mi lo difícil es no hacerlo porque no lo puedo evitar. Aunque es cierto que las dificultades existen no hay que dejar de intentarlo. Cuando uno siente la necesidad de hacer algo no hay que dejarla pasar.

¿Crees que te ha ayudado complementar tu formación fuera de España?
Sin duda. Tuve la suerte de pasar un año estudiando en EEUU, lo aproveché y me ayudó muchísimo. Es otro tipo de mirada hacia la cultura porque hay una industria real que genera dinero, muy diferente a España.

¿Cuál crees que es el primer paso fundamental después de la pasión y de la preparación para comenzar en este mundo?
Practicar, practicar y practicar. A mi me sirvió mucho mi paso por la escuela de cine ECAM. Tuve una gran formación. Además creo que es muy importante tener un entorno en el que a la gente le importe lo mismo que a ti.

¿Cómo trabaja Pablo Remón? ¿Dónde buscas las historias?
Creo de verdad que para llamar la atención de los demás, para que mi trabajo mueva algo dentro de alguien, es imprescindible que eso primero me pase a mí. Dedico mucho tiempo a los proyectos y me gusta hacerlo con esta sensación. Asique diría que son las historias las que me buscan a mi; con el corto fue un cabreo permanente con el tema de las mentiras con las preferentes. Necesitaba escribir acerca de lo que estaba ocurriendo y la historia parte de un diálogo real que me llamó la atención y , de hecho, el titulo Todo un futuro juntos es fue el logo de Bankia cuando emitieron las preferentes.

A pesar de la dedicación y el tiempo que lleva preparar un guión (Hasta un año y medio para la versión final en un largometraje) ¿Se quedan trabajos en el tintero?
Si que se quedan pero, hasta cierto punto, no es malo porque a veces he recurrido a ellos tiempo después aunque intento que casi todo lo que hago sea viable. He tenido mucha suerte porque prácticamente todo lo que he hecho ha visto la luz asique apenas tengo trabajos guardados en el cajón. Lo importante es tener en cuenta los factores externos a la hora de poner en marcha un proyecto porque tiene que ser viable en muchos aspectos.

Has definido tu manera de trabajar como poco tradicional: El corto Todo un futuro juntos fue rodado sin cerrar el bar y sin avisar de que se estaba rodando. Y en la obra de teatro hay un borrador con textos breves y luego el guión va tomando forma desde el trabajo con los actores.
¿Crees que ha sido la manera de trabajar lo que ha hecho que funcionen los trabajos?

Conocía el mundo del rodaje y en el cine cuando dices Acción! todo el mundo se estira un poco y, a veces, si no sabes controlarlo se crea una sensación de irrealidad que no me gusta. Consideré que utilizar un plano secuencia favorecería a los actores y que el bar era el entorno perfecto por ser completamente cotidiano y real.

Respecto a la obra, no se si trabajar con los actores es lo que ha hecho que salga bien pero tenía muy claro que quería trabajar con ellos tres en concreto y escribí la obra para ellos y con ellos. El trabajo de interacción y la improvisación han sido fundamentales porque es una opción que no me da el cine.
Que quede claro que este método no es nada que haya inventado yo, lo he copiado del teatro argentino.

¿Se nota esta manera de trabajar en el resultado final?
Sin duda porque no me da la sensación que he tenido otras veces, como espectador, que en una representación los actores sólo se han aprendido el texto.

Has dicho en una entrevista que una de las cosas que mas te ha gustado de hacer teatro por primera vez ha sido por ese comenzar de nuevo.
¿Por qué el teatro para ese nuevo comienzo?

Tenía muchas ganas de hacer teatro porque he leído muchísimo. Yo vengo de la escritura y la base del teatro es la escritura y yo sospechaba que iba a poder probar cosas nuevas, tanto de texto como de manera de trabajar. Y así fue. Y fue un nuevo comienzo en el sentido de aprender a escribir de otra manera, especialmente de una manera más directa con los actores. Ha sido todo un renacimiento.

¿Alguna otra inquietud para comenzar de nuevo profesionalmente?

Me llama mucho la narrativa y me gustaría escribir una novela aunque no se cuando lo haré pero me gustaría muchísimo hacerlo porque es un camino en el que nada te arropa más que la palabra.

¿Se nota esta manera de trabajar en el resultado final?

Sin duda porque no me da la sensación que he tenido otras veces, como espectador, que en una representación los actores sólo se han aprendido el texto.

¿Qué diferencia hay entre contar las historias en el cine y en el teatro?
En la obra me importaba que fuera obra, es decir, que tuviera mucha importancia la palabra y que los actores tuvieran capacidad de inventar y crear.

Y cambiando la perspectiva, como espectador ¿Qué tipo de cine te gusta y que destacas del 2014?
En cine me gusta ver todo tipo de películas, me apasiona el cine argentino y me gusta el europeo aunque también veo cine más mediático. De hecho, la película Birdman me ha sorprendido y es algo que no me ocurre frecuentemente. Considero que es una película que no deja indiferente a nadie. Me ha encantado porque no me ha recordado a nada anterior, tiene una mirada distinta.

En España me ha gustado muchísimo Magical Girl, igual que la película anterior de este director. También me quedo con 10,000kilómetros y la Isla Mínima, por destacar algunas porque no son las únicas.

¿Y en teatro?

Soy mejor lector que espectador de teatro porque me cuesta encontrar obras que me sorprendan.
Como espectador en general quiero que lo que veo no me recuerde a anda anterior, que sea algo nuevo que me recuerde mis primeras sensaciones en este mundo, el porqué decidí dedicarme a esto. Una mirada clara y original.

Cuéntame qué proyectos tienes entre manos
Tengo varios en paralelo. Otra obra de teatro con los mismos actores de La Abducción de Luis Guzman que estoy llevando a cabo de la misma manera que ésta y que se estrenará en noviembre en Madrid.
Por otra parte tengo en mente hacer un cortometraje, aunque un poco más largo de lo habitual, con parte documental. Tengo muchas ganas de rodar en un pueblo que conozco mucho que es el de mis abuelos. Otro Nuevo Comenzar. Me gusta que escribir sea una aventura y para eso tiene que haber algo de riesgo. Me motiva mucho.

Celia Manjavacas Guijarro