Teresa Garzón.»Sobre las tablas»

Teresa Garzón, creadora, bailarina y actriz granadina afincada en Madrid.Ha desarrollado su carrera como freelance, tanto en danza como en interpretación textual y musical, trabajando con diferentes directores/as artísticos como Antonio Ruz, Luz Arcas, Juan Carlos Lérida, Miguel del Arco, Celso Giménez (La Tristura), Mucha Muchacha, Muriel Romero, Manuela Barrero, Alfredo Sanzol o Albert Pla entre otros. Destacan obras como “Así hablábamos” de La Tristura para el Centro Dramático Nacional o “Niñas Zombi” de Celso Giménez. Actualmente se encuentra en la producción de “Cómo preparar una bomba en la cocina de tu mamá” escrita y dirigida por Ruth Rubio, y próximamente se estrenará en la gran pantalla con la película “Golpes”, escrita y dirigida por Rafael Cobos.
Paralelamente como creadora y directora de escena, ha estrenado diferentes obras como “La Tercera”, en el marco del Festival de Otoño 2024 o “Don Giovanni”, en agosto de 2024 en los Jameos del Agua, Lanzarote. Ha formado parte de diferentes proyectos colaborativos como El Águila para la Compañía Aves Migratorias (2020); Maricón de España (que coreografió junto a Carlos Carvento) o Con[porte] para el taller I+D+I de reconstrucción de la danza española del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Comienza a desarrollar proyectos propios en 2020 con la obra Santas Al Cielo; El Cielo (2021) y Realidad o Vuelo (2022), para el grupo de danza y teatro de la Universidad de Granada. Su próximo estreno como directora de escena será con el título “María de Buenos Aires”, de Astor Piazzolla, dentro de la segunda edición del festival Ópera a Quemarropa.

 

¿Cuándo fue la primera vez que pensó en ser directora? 

Siempre he tenido un impulso muy fuerte por la creación. Ya con 8-9 años, en el conservatorio profesional de danza de Granada empecé a presentarme a los concursos coreográficos que organizaba el centro. Y seguí haciéndolo el resto de cursos hasta que salí de allí. Pero la decisión real la tomé durante mis primeros años en Madrid mientras estudiaba coreografía en el Superior de danza. Sabía que siempre iba a querer seguir siendo intérprete y lo disfruto enormemente, pero la dirección de escena me coloca en un lugar diferente, mucho más extremo, y este tipo de lugares suelen ser adictivos. 

 

 ¿Y cuándo sintió que lo habia logrado?

Cuando yo lo sintiera emocionalmente creo que importa poco, de esto hace mucho tiempo, independientemente del valor o el recorrido de mis creaciones. Para mí, lo soy desde el momento en el que decidí serlo, y ya está. Lo de lograrlo o no…(risas) bueno, hago lo que puedo, como cualquier otra. Lo interesante es cuando te reconocen por primera vez como directora de escena. En esto consiste todo en el mundo ¿no?, da igual lo que tú puedas o quieras ser, lo que te va a marcar, por suerte o por desgracia, es la etiqueta del otro…  y otro punto interesante de “lograr ser directora” es cuando recibes por ello un sueldo relativamente proporcional a tu trabajo. 

A parte de esto, me sentí “muy directora” cuando vi mi nombre por primera vez en el cartel del Festival de Otoño 2024 junto a grandes personalidades de la creación contemporánea. Yo estrenaba mi obra “La Tercera”. 

 

 Su primera vez sobre las tablas fue en….

Llevo encima de los escenarios desde que tengo 5 años, porque mis padres se dedican a las artes escénicas y a la música, y he participado en un montón de espectáculos, no recuerdo cuál sería la primera vez… pero la primera vez que cobré por un espectáculo creo que fue en Matadero, con un espectáculo de Instituto Stocos, “The Marriage of Heaven and Hell”… pero no me hagas mucho caso, ¡mi memoria es un desastre!

 

 Y la ultima ha sido en….

Dirigiendo la obra “María de Buenos Aires”. Un encargo para el Festival de ópera de cámara Ópera a quemarropa”. Se estrenó el pasado junio en el Auditorio del Escorial.

 

¿A quién admiraba de pequeña ?

A grandes damas de la danza clásica. Era todo lo que yo quería ser. Tamara Rojo, Silvie Guillem, Poliana Seminova, Misty Copeland… pero también a Shakira, mucho, a Santa Teresa de Jesús, a Sissi Emperatríz (risas) y a Xose Manuel Budiño, el gaiteiro… me ponía su disco en bucle.

 

 ¿A quién admira ahora?

A mis amigas creadoras y artistas que se ganan la vida currando como burras, Ivan, Sara, Natalia, Ede, Eva, Gon, Cris, Arnau, Marcos, Martincano, Ruth, Mar, Lucía, Fátima, Esperanza, Rocío, Jose, Belén, Ana… son tantas; a mis padres, Juan y Elizaberta, que siguen luchando incansablemente por la cultura, a mi hermano Juan Ángel, que es de los artistas más increíbles que conozco y a mi pareja, Borja, que es cantante de ópera, y que se reinventa cada día para seguir viviendo de las artes.

Todas estas personas me inspiran de todas las formas posibles. 

 

 Aprendí mucho de….

Una vez que mi querido Antonio Ruz, coreógrafo y persona maravillosa con el que he trabajado muchísimo, me dijo que no a una audición. Era de las primeras audiciones que hacía. En el momento lo pasé fatal, pero aprendí mucho de la percepción que tengo de mi misma y de cómo enfrentarme al mundo. Al cabo de los años se lo conté a Antonio y nos reímos los dos. Muy guay.

 

 No me ha enseñado nada….

No sabría decir… creo que todas las experiencias que vives en tu vida te enseñan algo. Aunque me hubiese encantado no tener que vivir y seguir viviendo la presión a la que estamos sometidas las personas con cuerpos no normativos dentro del mundo de la danza y la interpretación. Es algo que, como muchas otras situaciones desagradables, no debería vivir nadie, y te deja marcas que acarreas el resto de tu vida. 

 

 ¿Qué personajes célebres le gustaría dirigir?

A algunos dirigentes políticos actuales y pasados, tremendos payasos, para hacerles la vida imposible durante el proceso y trabajen lo de ponerse en la piel, lo de la empatía.

 

 ¿Con qué actores/directores le gustaría trabajar?

Con Papaiannou, pero ni soy hombre ni delgada jajaja. Ahora que estoy relacionada también con el audiovisual, me gustaría con Carla Simón, Alauda Ruíx de Azúa o Andrea Jaurrieta… si me pongo a desear, pienso que también me encantaría trabajar con Paolo Sorrentino… tengo muy idealizado su cine.

 

 ¿Cómo se gestiona la incertidumbre ante un proyecto que no llega?

Nah… al final todos llegan. Y si no se llega, pues chico, en general, nadie muere. Lo que no suele llegar es el presupuesto, y eso sí que da coraje, amigo.

 

¿Cómo se celebra cuando sí llega?

Con mucho vino y muchas risas. 

 

 Una directora debe tener un plan b para poder sobrevivir, ¿cual es el suyo?

No te lo cuento, que me robas la idea.

 

¿Cuales son las historias que más le atraen actualmente para dirigir?

Creo que sean cual sean, estaría bien que siempre haya consciencia social en ellas, por respeto a mí misma y a mis compañeras. 

 

¿El mejor momento vivido sobre las tablas?

Son muchos. Van a caballo entre las tremendas risas y la emotividad absoluta. He llegado a mearme de la risa encima de escenarios… lo admito. Aunque momentos emotivos muy fuertes ha sido la última obra de teatro que he interpretado, un monólogo escrito y dirigido por Ruth Rubio, “Cómo hacer una bomba en la cocina de tu mamá”… Interpretar un monólogo tan bien escrito es un viaje arrollador. Y otra vez maravillosa fue en la función número 42, la última, de “Así hablábamos” de la Tristura, en la sala Valle Inclán, cuando mi amigo Marcos Nadie incluyó improvisadamente un verso de una canción que nos flipa de Rafa Berrio en la canción que estábamos interpretando al final de la obra. El verso es “todo lo he visto, de todo me acuerdo”… casi me tiro al suelo para echarme a llorar, me revolucionó entera aquello, y lo recordaré siempre. Mientras escribo me acuerdo de muchos más. El escenario es un lugar increíble. 

 

¿ Y el peor?

Mi actual pareja me rompió la nariz, sin querer, por supuesto, en un ensayo general en el Teatro de la Zarzuela. Ahora nos reímos, pero menuda odisea sangrienta.

 

Una obra que le haya herido su sensibilidad como espectadora….. 

 Y una que le haya insultado a su inteligencia……

Respecto a las dos preguntas anteriores, honestamente, nunca he sentido que una obra me hiera o me insulte. Ha habido obras que me han removido emocionalmente o que no me han gustado en absoluto, pero no hasta el punto de herirme o insultarme… para eso ya está la vida real. No me tomo el teatro de esa manera. 

 

 Querría conocer a:

A Camarón. Cómo me hubiese gustado ver un concierto suyo.   

 

 ¿Qué le anima a no rendirte en esta profesión?

Supongo que la absurda confianza en que todo irá bien y que lo que hago es necesario, que el arte mejora las vidas, empezando, por supuesto, por la mía. 

 

¿Qué le  gustaría estar haciendo dentro de diez años?Y en donde?

Pues trabajar y poder vivir de ello con tranquilidad, dirigir, interpretar, crear, donde sea, donde me quieran, con salud, con cuidados… Me encantaría dar trabajo a la gente, dar trabajo artístico de calidad, sin precariedades. 

Creo que son unos deseos bastante básicos y comunes para alguien como yo, nacido donde yo y con la vida que he vivido hasta ahora.