¿Cuándo fue la primera vez que pensó en ser dramaturga?
Hace una eternidad, en el siglo XX. La respuesta no es mía, es de Samuel Beckett.
¿Y cuándo sintió que lo había logrado?
No sé si se sabe que lo has logrado. Lo que me hace feliz es escribir, estrenar, publicar, ver mi obra traducida y estudiada… Tal vez sea esa la sensación: cuando estudiantes de distintos países del mundo te contactan porque están estudiando tu obra para un trabajo final de máster o una tesis doctoral. Esa pasión, ese interés por el teatro español contemporáneo, son emocionantes y reconfortantes. Sobre todo cuando, para mi total perplejidad, la literatura dramática está ausente en los listados de la mejor creación de los últimos cincuenta años, como ocurrió recientemente en un suplemento cultural…
Su primera vez sobre las tablas fue en…
Tal vez en la escuela, en alguna representación de final de curso.
Y la última ha sido en….
En el Teatro del Barrio, leyendo en la Sala de los Balcones “Pepito”.
¿A quién admiraba de pequeñ@ ?
A mis abuelas.
¿A quién admira ahora?
A todas las mujeres que concilian las vidas. En especial, a las que tienen menos oportunidades y facilidades para ello.
Aprendí mucho de….
De mis estudiantes en la RESAD. Es un aprendizaje constante y diario. Tienen siempre preguntas audaces, que me hacen repensar lo que hago.
No me ha enseñado nada….
El narcisismo, la prepotencia, el autoritarismo y la mala educación. En general, creo que nos sobran decibelios y nos faltan susurros.
¿Qué personajes célebres le gustaría dirigir?
Hay personajes por los que siento inclinación. Me acompañan a lo largo de la vida: Penélope, Rosaura, Antígona, Ofelia, Gertrudis…
¿Con qué actores/directores le gustaría trabajar?
Hay muchas y muchos grandes artistas con los que no he trabajado todavía. Espero que la vida me dé oportunidades y tiempo para ello.
¿Cómo se gestiona la incertidumbre ante un proyecto que no llega?
Caminando por el parque del Retiro, contemplando la belleza de sus árboles y aprendiendo humildad.
¿Cómo se celebra cuando sí llega?
Compartiendo la alegría con la comunidad, con quienes aprecian mi trabajo y mi camino. Y siempre con croissants. La dramaturgia del croissant es imprescindible.
Un dramaturgo debe tener un plan b para poder sobrevivir,¿cuál es el suyo?
No sé si la supervivencia a la que refiere esta pregunta es material o inmaterial. En lo material, la pedagogía artística, la investigación y el periodismo cultural han sido recursos que han sostenido mi camino profesional. En lo inmaterial, desarrollar proyectos sin esperar a que me los propusieran. Es importante soñar bonito.
¿Cuáles son las historias que más le atraen actualmente?
Las que conciernen a las mujeres y a las infancias. Pienso el teatro como un barco, en el que las mujeres y los niños están primero. Y por supuesto, me importa ofrecer esperanza. Creo que es una tarea poética y política del teatro ofrecer esperanza en el mundo en que vivimos.
¿El mejor momento vivido sobre las tablas?
Hay muchos, pero me quedo con el homenaje a José Monleón, en el Teatro María Guerrero de Madrid, acompañada de grandes hombres de teatro a los que he tenido el placer de conocer, como Juan Margallo, Guillermo Heras y Salvador Távora. Hoy nos faltan los tres. Es justo rendirles memoria y recordar el papel que Primer Acto ha tenido y tiene en la escena española.
¿ Y el peor?
El silencio está infravalorado. Prefiero no recordarlo.
Una obra que le haya herido su sensibilidad como espectador…
Un espectáculo al que asistí hace años en el Festival Internacional de Teatro de Avignon. Con todo lo hermoso e increíble que he visto allí…
Y una que le haya insultado a su inteligencia…
No sería inteligente recordarlo. Olvido lo irrelevante con facilidad.
¿Qué tal sientan los premios, cómo se digieren para continuar después?
Los premios son importantes en una carrera artística. Yo siento un gran agradecimiento a los jurados que han confiado en mi trabajo. El Premio Max a la Mejor Autoría Teatral 2025 por “Pepito (Una historia de vida para niños y abuelos)” fue un acto de reconocimiento no solo a mi trabajo, sino a todas y todos los que escribimos para la infancia y la juventud.
Querría conocer a :
Dado que el deseo es libre, y no sabe de límites, diré dos mujeres increíbles, ya fallecidas: Rosa Parks y Aretha Franklin.
¿Qué le anima a no rendirse en esta profesión?
Escribir da felicidad a los días. Es algo que dice Alfredo Sanzol y estoy de acuerdo.
¿Qué le gustaría estar haciendo dentro de diez años? ¿Y en donde?
Qué bonita pregunta. Me gustaría estar riéndome. Y no importa el dónde, importa con quién…