Laura Morales.»Sobre las tablas»

Laura Morales Dávila, Sevilla 1986.

Titulada en Enseñanzas artísticas profesionales en el Conservatorio Profesional de Danza Antonio Ruiz de Soler en la especialidad de Danza Contemporánea. Formación del módulo Teórico y Práctico del Curso de Iniciación al Pastoreo de la Escuela de Pastores Campo Adentro. En 2013 inicia trayectoria combinando procesos de partnering, improvisación con cuerpo y voz y en procesos que,normalmente, están muy vinculados con su propia experiencia. Ha creado varias piezas como Laura Morales, además ganó el premio para asistir al American Dance Festival como Coreógrafa Internacional, además de mejor intérprete en Andalucía, Mejor pieza contemporánea en Sevilla y nominada a los Premis de la Critica de Catalunya como mejor intérprete.

Actualmente se encuentra en proceso de creación de Ser Pastora, que se estrena en Mayo de 2026, con tres de sus piezas en gira, La nueva bestia, El último acto de Fe y Otro dúo, además de la pieza El Círculo de la cia. Truca Circus con la que colabora como intérprete además de hacer la coreografía.

 

¿Cuándo fue la primera vez que pensó en ser coreografa?

Tengo clarísimo cuando dije “quiero ser bailarina”, estaba estudiando
relaciones laborales, solía ir al Teatro Central cuando venían compañías de
Teatro físico, elegía mi hermana siempre, ella estaba estudiando arte
dramático y cada vez que venía algo que pensaba que me podía gustar me
pillaba entrada. Una de esas obras, fue Puur de Wim Vandekeybus que me
súper fascinó y donde había un elenco maravilloso, pero yo me enamoré
de Linda Kapetanea. Yo salí de esa obra diciendo “me he enamorao” y
“quiero hacer lo que hace ella, ¿qué hay que hacer?”.

Yo he sido deportista toda la vida, desde pequeña estuve en clases de
flamenco, la Academia de baile de Loli Molina, de mi barrio, de ahí
gimnasia rítmica y luego voleibol. He estado federada y compitiendo en
Andalucía en ambas. Cuento esto porque no es que fuera una persona sólo
de estudios y su universidad y estaba desconectada del cuerpo. Siempre
me había acompañado, con la gimnasia hubo dos años fuertes de
campeonatos, pero desde luego nunca lo había pensado como forma de
posible vida, de futuro, hasta que me enamoré de Linda. Como ya tendría
unos 19-20 años, era mayor, dejé la universidad, me puse un año a fuego a
dar clases de ballet y contemporáneo ampliándolo con cualquier taller que
se hiciera en la ciudad y al año siguiente me presenté al Conservatorio de
danza de Sevilla, la especialidad de danza contemporánea, y me cogieron.
Tengo anotado en una agenda de 2006 que el 4 de Marzo me enamoré de
Linda Kapetanea. Estamos casi acabando 2025 así que casi 20 años de ese
cambio de rumbo.

Y lo de dirigir diría que vino por autodidacta y deseos de hacer piezas.
Desde el primer año del conservatorio me presentaba a los Certámenes del
propio conservatorio, que luego competías con los de toda Andalucía y
siempre las he creado yo o yo con algún compañero/a. Acabando la
formación monté el colectivo Hermanas Gestring, junto a Greta García,
donde no había límites. Nunca pensábamos en dejar de hacer cosas por no
tener una dirección, une vestuarista, músico… lo que se nos ocurría lo
hacíamos. A veces había más intuición y salía más rápido o con resultados
más dignos y otras veces se veía que estaba disparado porque queríamos a
muerte hacer eso, y aunque tuviera fugas íbamos pa lante. En 2016 gané un premio, a una bailarina sobresaliente por la Fundación AISGE para
asistir al American Dance Festival como coreógrafa internacional. A mi
llegada, tenía que hacer una audición para crear una pieza que luego se
mostraría en el Festival. Ahí empecé un proceso, Ice cream, que luego se
presentaría en el Teatro Central como mi primera pieza dirigida/creada,
coproducida por el Festival Mes de Danza de Sevilla, “A full life of rivers
and icy mountains”, junto al músico Miguel Marín. Así se podría decir que
fue como sucedió lo de ser directora, con todas sus cosas, por primera vez.

¿Y cuándo sintió que lo habia logrado?

Pues ir consiguiendo estrenar obras, entenderte con el equipo, enamorarte
con ellas y que espacios escénicos confíen en ti me hace sentir que lo he
ido consiguiendo. Ser capaz, desde quién tú eres, con la ayuda de algún
espacio público para ensayar, con el dinero del caché de estreno y el que
yo tengo en la cuenta, y la confianza de que lo que quieres hacer está
guapo, lo he conseguido desde 2013 quizás. La primera obra, con las
Hermanas Gestring y el primer dueto, con el que conseguí girar por
primera vez fuera de Andalucía, Golpes de nada, junto a David Nóvoa. En
ese momento, mientras lo hacía, sentía que era lo normal. Mientras
terminas tu formación en el Centro Andaluz de danza, vas creando en
paralelo piezas que puedas ir mostrando en los pequeños espacios de tu
ciudad, que te vayan dando pistas de hacía donde pueden crecer tus
proyectos y de cómo es tu vocabulario. En ese momento no pensaba que
estuviera siendo coreógrafa-directora, sentía que era lo que me apetecía
hacer. Estaba en un entrenamiento fuerte y por las noches soñaba cosas,
pasos, imágenes, que siempre, gracias a compañeres que se querían unir a
estas tardes de búsquedas, iba plasmando, les daba cuerpo,
trimensionalidad y además podía hacer que bailaran de una figura a otra.
Podía bailar de un sueño a otro. Esto, como decía, empezó en 2013, y he
creado-dirigido varias piezas desde entonces.

 Su primera vez sobre las tablas fue en….

Diría que en el año 94, en el Teatro Imperial de Sevilla bailando una rumbita, Levanta la moral de Georgie Dann, mi primer año en la academia de baile Loli Molina.

 Y la ultima ha sido en….

Pues el sábado pasado, el 6 de diciembre, en el Teatro Alameda de Sevilla con la pieza El Círculo, de la Compañía Truca Circus, donde además de ser intérprete hice la coreografía.

 

¿A quién admiraba de pequeña?

Pues de quién declaré mi admiración (no sé aún bien por qué) y pedía todas las cintas de casete que él dirigía, era de Luis Cobos. Primer recuerdo de escucha consciente y realmente deseada y pedida en cumpleaños y reyes magos. Sería la época del preescolar. Luego ya me voy a las gimnastas Elena Vitrichenko y Eugenia Pavlina. Y Bjork, ella entró en mi vida siendo yo muy chica.

 ¿A quién admira ahora?

Pues me doy cuenta que soy súper fan de mis padres y mi hermana. Cuando estudiaba y veía como gente de padres de dinero les mandaban a estudiar a escuelas internacionales, festivales tochos y súper caros o terminaban el grado medio y se iban a Madrid a hacer el superior pagado por sus padres siempre pensaba: “Joe que suerte! Mis padres a mi no pueden ayudarme.” Y sentía que eso también te quitaba posibilidades. Les artistas de dinero siempre tienen más oportunidades, más visibilidad. Ahora, pienso que me equivoqué todo el rato. Mis padres me han ayudado a jierro y admiro la capacidad de reinventarse, de impulsarme, de vivir cada proceso de creación conmigo como si fuera suyo, de al apoyo a cada cosa que hago, del apoyo a los trabajos de mis compañeres, de su SÍ conmigo a todo y siempre. Mi mayor admiración es
pa ellos y para la Vero, mi hermana. Tener una hermana un poco mayor,
que estudia Arte Dramático ya te abre las puertas de la creatividad, de los
procesos y el acompañamiento en cada proceso, al menos en nuestro caso.
Eso es una maravilla que sé que tengo para siempre.
Por supuesto, sigo admirando a Bjork muchísimo. Creo que es la artista
que siempre siempre me ha gustado. Y luego admiro a muchas artistas,
muchísimas. Andalucía se lleva gran parte de mi admiración, María M.
Cabeza de Vaca, Guillermo Weickert, Verónica Morales, Greta García,
Esmeralda Valderrama, Juan Luis Matilla, Alessandra García, Benito
Jiménez, Pablo Peña, La ejecutora, Teresa Navarrete, Israel Galván,
Natalia Jiménez… son muy admirades además de referentes. En general
casi todes les artistas que sobreviven en esta profesión las admiro por el
simple hecho de seguir enamorades de lo que hacen. Por empujar y hacer.
Por no rendirse aunque a veces deberíamos hacerlo todas.
Y Linda Kapetanea sigue siendo la bailarina que, cada vez que estoy
perdida-aburrida con mi movimiento, miro cualquier vídeo de ella y
siempre me dispara las ganas, alguna pauta nueva, sigue siendo, como yo
la llamo, mi mujer amada.

 

Aprendí mucho de…

Judith Sánchez Ruiz. Es una coreógrafa de origen cubano, pero muy pronto se fue a NY con Trisha, luego a Berlin son Sasha y en este período en Europa, tuve la suerte de coincidir con ella durante mi trainning en La Faktoria. Sin esperarlo me invitó a formar parte de una producción suya, Encaje for ten, y a nivel de movimiento y de creación colectiva no sé si es con la que más he aprendido, pero sí tengo claro que ha marcado un antes y un después que tengo muy reconocido. Además que sabe muchísimo de improvisación, de pedagogía, de escucha de grupo… creo que he tenido mucha suerte de haber podido estar tan cerca de ella.

 

 No me ha enseñado nada….

Ponerme envidiosa y malaje. Cuando a ti no te pasa nada y miro todo lo que pasa fuera comparándome con lo que a mi no me pasa. No me ha enseñado nada. Que si lo pienso algo me ha enseñado, porque en un año malaje del todo, perdida, envidiosa y corajera decidí irme a un lugar no artístico, a una escuela de Pastores, a ser Pastora de ovejas y ahora, además de enseñarme las maravillas del pastoreo, del entorno natural y de estar cerca de los animales día y noche, me está enseñando un creación. Un proceso. Un rebaño.

 ¿Qué personajes celebres le gustaria dirigir?

La ópera de París. Me encantaría. También dirigir una obra escrita por
Mariana Enríquez, Nuestra parte de noche, te imaginas? Sería increíble.
Que me den libertad para reponer en escena la película de Pina Bausch Der
Kaiserin Klage y un videoclip a Bjork pffff ojalá.

 ¿Con que bailarines /directores le gustaría trabajar?

Además de con todes les artistas que he mencionada arriba que admiraba,
con la Ribot y con Eurípides Laskaridis meeeee encantaría. En una
película de Yorgos también. Un dueto musical con Charlotte Gainsbourg y
dirigir el movimiento de la próxima película de Roy Andersson. Y ojalá
hacer La Casa de Aitana Cordero en algún lugar remoto precioso.

 

 

 ¿Cómo se gestiona la incertidumbre ante un proyecto que no llega?

Pues si tienes otros trabajos la incertidumbre se hace más llevadera, pero si
está puesto casi todo en ese proyecto que no llega se gestiona con mucho
insomnio, desconcierto, mirar la cuenta 7 veces al día, ponerte a inventarte,otra cosa rápida, que te den las doce de la noche, dos de la madrugada del
día de la semana que sea echando convocatorias… yo lo vivo con
violencia aún cuando a veces tienes el sí. Porque sabes que, cuando llegue
junio del año que viene la agenda está vacía.

 

¿Cómo se celebra cuando si llega?

Lloro un poquito, llamo a mis mapadres corriendo que sé que van a dar saltos de alegría, lo pongo en el grupo de Las bisiestas, mi hermana, la Greta, lloro otro poquito, vuelvo a releer la convocatoria, ¿qué era lo que me daba este sitio? Pienso en cómo lo voy a hacer, programo fechas, equipo… el sí es el comienzo de mucho trabajo de producción, ejecución, creación, distribución… que a veces vamos a ciega y con el “pa lante” aunque no sepas como lo vas a hacer.

 

Una directora debe tener un plan b para poder sobrevivir,¿cual es el
suyo?

Si te refieres a un plan b en plan, otra cosa que hacer, otra profesión, no la tengo. Mi plan b es no pararme. Guardar todas las convocatorias que aparecen en mi bandeja de Ig y seguir haciendo, también seguir luchando para que algún día no tengamos que vivir en incertidumbre infinita. En los períodos del sí, porque te sale más o menos todo, estás bien, o al menos a mí me coincide con que estoy segura de mí misma, estoy contenta, disfrutona… pero cuando llega el período de ver bolas del desierto en tu bandeja de entrada qué, curiosamente vienen acompañadas de cuestionarte si eres buena en esto, ¿voy a poder seguir haciendo esto toda la vida? Al final trabajando en algo que siempre depende de la aceptación del público-programador, si no sale es ¿por qué es una mierda?
Así que mi plan B es confiar, crear y no desenamorarme de mí.
Y, además de dirigir, ser intérprete.

¿Cuales son las historias que más le atraen actualmente para dirigir?

Historias de amor
pasiones vivas entre los dosssss
imposibles de borrar… jajaja

Medio en broma medio no ahora mismo estoy muy atravesada por el amor.
Por cómo he vivido yo el amor, por cómo mis abuelas, mi madre me han
repetido siempre el: no te cases, no tengas novio, tú sola, independiente…
y tras mi última ruptura y analizar mi “árbol genealógico del amor”, se me hace muy palpable un tema que se repite mucho en artistas y que conectan mucho con el público; el dolor tras una ruptura de amor. Me interesa investigar de las que no hemos vivido esto. Las que el amor no nos ha dejado KO en una cama sin comer y sin querer vivir. Las que hemos dejado, sin referentes en la filosofía, en los libros, en las propias canciones que nos acompañen en nuestro duelo de sentirnos monstruo porque nosotras no nos rompemos 4 años por una ruptura de amor.
¿tenemos que sufrir por amor?
Bueno… quizás no es fácil de explicar respondiendo a un pregunta, pero
ahí lo dejo lanzado.

 

 ¿El mejor momento vivido sobre las tablas?

Ufff muchísimos, pero ahora, quizás porque vengo de participar en la 39 edición del Certamen Coreográfico de Madrid Pasoa2, como directora de una pieza, recordaba cuando fuimos las Hermanas Gestring, creo que era 2016, hicimos una pieza que se llama GOOD GIRL y antes de actuar estábamos
nerviosísimas. Al final todo muy buen rollo, todo guai, pero estas ahí
estrenando un obra tuya, rodeada de más artistas, algunas conoces, otras
no, gente famosa, otra a saber… y nosotras con nuestra pieza que mucha
gente se creía que era de cachondeo, pero venía de un proceso duro.
Tuvimos un verano de miedo a la muerta y de cosas oscuras que VAYA
TELA MARINERA. Total que la obra era muy aeróbica, y entre que eran
15 minutos a muerte, los nervios y que el último minuto era dando saltos,
una especie de sardana inventada, acabamos, empezaron los aplausos,
bravo bravo, bien bien, oe oe, y salimos de escena, yo me voy sin parar de
andar con un dolor de lado que no me dejaba hacer una respiración
profunda, pierdo a Greta, dejo de sentirla a mi lado y yo andando, subo
una planta, subo otra, y llego a lo que parece el fin de Condeduque y, como
no podía pararme, porque pensaba que si lo hacía iba a morir de muerte
súbita, empecé a dar vueltas en esa sala y, no sé como apareció el Esteban,
que nos había lanzado la técnica, (sigo dando vueltas), aparece Greta
colorá como un tomate preguntándome, “¿dónde estabas? Me he tirado al
suelo porque no podía más, me han venido los más guapos, la compañía
más perfecta a dar entre enhorabuena y preguntarme cómo ha ido y yo al
hablar me ha salido una peaso de pompa de saliva que casi les da a ellos,
que me han mirado con cara de asco y se han ido”. Jajajaja y así somos,
ella con su pompa de saliva colorá como un tomate y yo, aún escuchando esa historia, sin poder parar de andar por miedo a morirme. Ahí en Condeduque. Ganamos el primer premio ex aequo con la compañía que casi sale con saliva de Greta en la cara a actuar jajajaja

 ¿ Y el peor?

Pues el peor quizás fue el otro día, en un proyecto maravilloso y que siento que está hecho con mucho amor, pero un maldito técnico que me ha hecho ya tener dos pesadillas después de lo vivido estuvo las dos horas que tenía para montar la técnica, que era sencillísima, sin permitirme hacer prueba de sonido, no me puso monitores, yo presentaba una obra muy reciente, que prácticamente era la tercera vez que la hacía, estreno además en Andalucía, que yo no sé si es porque soy de ahí siempre voy más nerviosa y, claro, hubo fallos, lo pasé mal porque no estás disfrutando porque vas un poco a ciegas con el sonido, y ya te digo, dos veces he soñado ya que tengo que actuar con la pieza y no ha llegado la paja, no me sé la escena, no funciona la loopeadora… aaaagghh maldito !!

 

Una obra que le haya herido su sensibilidad como espectadora…..

Pues quizás una obra que fui a ver de Angélica Liddell, Juan Belmonte.
Nunca había visto una obra suya en escena, he leído varias obras suyas y
me encanta su escritura. Esa obra, no sé si por el tema que iba, o porque
me rallaba lo anecdótico de ese pedazo de toro colgado para nada, o la
pataleta de amor, o todo, o como yo lo recibí, me hubiera levantado y me
hubiera ido. Pero no lo hice.

Y una que le haya insultado a su inteligencia……

insultado mi inteligencia diría que ninguna. Soy consciente que a veces voy a ver cosas que no son naaaaaada mi rollo, directores que no me interesan nada de nada, pero no insultan mi inteligencia. Sé que entra y que no entra en mí.
Y soy consciente, incluso antes de ir, qué a veces voy a ver cosas que me
harán estar toda la obra como Homer Simpson, con el pajarito picando el
vasito de agua.

 ¿Qué tal sientan los premios,como se digieren para continuar después?

Súper bien, la verdad y si es premio con dinerito mejor jeje
Pero sí, incluso cuando son premios pequeños, locales, que tampoco tienen
mucha trascendencia en prensa, dan calma por un rato. Me hace decirme,
“que sí Laura, que está guai, confía”. Y si luego no te da los bolos que te
creías, pues bueno, no siempre es fácil ni va ligado lo uno con lo otro aunque una piensa que debería, ¿si he ganado el premio a mejor pieza
porque no gira la pieza si es la mejor?
Peeeeeeero esto es más complejo que un premio. Así que dadme premios
que les llene la estantería a mis padres y yo me diga “que sí Laura que está
guaaaai”.

  Querría conocer a :

No sabría decir. Siento que mucha gente especial que me encantaba ya la conozco. Aunque, así mientras digo que no sé a quien, se me ocurre a quien sea que dirige ahora el Centro de “Danza” Canal sólo por hacerle unas cuantas
preguntas.

 ¿Qué le anima a no rendirte en esta profesión?

Me gusta hacer esto.
Me gusta ponerme frente al público, cantarle canciones, mirarle con mis
ojitos grandes y decirles telepáticamente que pase lo que pase durante la
próxima hora vamos a estar juntes. Que si les da un poquito de vergüenza
ajena que no pasa nada, que está bien también. Que se enamoren de mi,
que me miren raro, que se rían conmigo. Acercar lo que para mí es la
danza contemporánea, mi territorio, mi cuerpo, mi voz, al público, ponerlo
todo eso en escena y ver que nos va pasando, me fascina. Además, ya
tengo casi 40 años, dejé relaciones laborales, y el Conservatorio sólo tengo
grado medio, ¿qué voy a hacer más? Pues seguramente, me iría a la otra
cosa precaria que más me encanta: me compraría un rebaño y me iría a la
España vaciada, con las ovejas, un mastín y mi flauta tocando el himno de
Andalucía mezclado con Titanic y a ver qué pasa.

¿Qué le gustaría estar haciendo dentro de diez años?Y en donde?

mmmm dentro de diez años tendré 49. Madre mía que bajón!
Puessss me gustaría estar en un hogar que no me de miedo perder cada seis
meses por si no trabajo tanto tanto y no puedo pagar. Me gustaría que la
cuota de autónoma no me asfixiara.

Me gustaría pensar que voy a estar haciendo algo que me encante, con
gente que nos encantemos mutuamente, pero soy muy novelera, no sé bien
que me apetecerá entonces. Pienso que si llevo desde 2013 creando y
bailando pues dentro de 10 años seguiré queriendo. Quizás de otra
manera? No lo sé. De momento Madrid me gusta. Me gusta porque cada
mes me voy a dos, tres sitios diferentes, lo sé, pero me gusta. Aunque me
gusta casi cualquier sitio al que voy. Sé que podría vivir en muchos sitios.

Aún no he vivido en un sitio con mar. Quizás dentro de 10 años estoy
viviendo en Portugal? No sé. Lo que sé seguro es que quiero estar bien,
agustito, enamorándome como ahora de cosas que me sigan volando la
cabeza, llevándome a otros lugares, experiencias, procesos, personas
nuevas. Quiero estar bien conmigo dentro de 10 años.
Además de todos esos me gustaría espero haber conseguido junto con mi
hermana Verónica Morales, haber puesto en marcha el Festival con el que
llevamos unos años soñando en el pueblo del que no somos, pero del que
nos sentimos: El Real de la Jara.
Ya hemos conseguido que tenga un Centro de la danza y movimiento. Así
que durante esos próximos diez años de “me gustaría” nacerá ese festival.
Las Amapolas.