Esther F. Carrodeguas.»Sobre las Tablas»

Esther F. Carrodeguas (Rianxo, 1979) es actriz, directora, perfomer pero sobre todo: escritora. Rianxeira de pura cepa, asienta su currículo vital entre las letras, el audiovisual y el teatro. También su estilo cabalga sobre el espacio liminal que separa los géneros. Graduada en Dirección y Dramaturgia por la ESAD de Galicia, Técnico Superior en Imagen y Licenciada en Periodismo entre Santiago de Compostela y Turín, sus proyectos teatrales beben mucho de su faceta periodística. Directora durante años de la histórica compañía gallega Teatro Airiños, tras llevar el Premio Abrente para textos teatrales en 2015 por Voaxa e Carmín, decide cambiar de rumbo profesional – asentado anteriormente en el audiovisual-  hacia el teatro. Así, junto a Xavier Castiñeira, lidera la compañía ButacaZero que arrancará su periplo profesional estrenando el citado texto en la Mostra Internacional de Teatro de Ribadavia en el año 2016.
Residente del Centro Dramático Galego en 2018, del Centro Dramático Nacional en el año 2020/2021, y de la Sala Beckett en 2023, este mismo 2025 acaba de recibir la prestigiosa Beca Leonardo de Creación para desarollar su nuevo proyecto: Masa Madre.
Como dramaturga, muchos de sus textos han sido estrenados por su propia compañía, pero también por otras compañías españolas tanto privadas (De Ste Xeito, Octubre Producciones…) como públicas (Centro Dramático Galego, Teatro Español, Centro Dramático Nacional). A nivel internacional, su primera obra, Voaxa e Carmín (Las dos en punto en castellano), se ha estreando por el Centro Dramático de Évora (Portugal) y por Teatro El Galpón (Uruguay).
Su texto Supernormales –estrenado precisamente por el Centro Dramático Nacional donde había nacido con gran éxito de crítica y público – ha sido nominado a los Premios MAX de teatro de la Fundación SGAE y con él ha viajado a numerosos países donde se han realizado diversas lecturas (Rumnía, México, Praga…). En octubre lo estrenará la compañía Teatrelli de Bucarest.
Otras de sus obras han sido también nominadas a los Premios de Teatro María Casares, consiguiéndolo por la última propuesta ButacaZero: IRIBARNE, que llevó otros ocho galardones, incluyendo el de Mejor Espectáculo y dirección.

¿Cuándo fue la primera vez que pensó en ser dramaturga?

La primera vez que pensé que querría ser creadora audiovisual fue en el instituto. Quería ser guionista, en realidad. Pero creo que ese deseo, que cambió mi vida completamente, se consolidó años después en el teatro.

¿Y cuándo sintió que lo habia logrado?

Pronto, desde que empecé a hacer teatro me sentí muy cómoda como dramaturga. Pero creo que cuando me di cuenta de que era una escritora fue cuando hice mi residencia en el Centro Dramático Nacional. Ahí pensé que quizás había una posibilidad de vivir de eso y me creí que era escritora “de verdad”.

 Su primera vez sobre las tablas fue en….

Muy pequeña, con mi madre hicimos teatro en el colegio. Una obra que se llamaba “Como está o mundo!”. Ella misma me dice muchas veces que se dio cuenta de que estaba siendo una experiencia muy potente para mí. Pero hasta muchísimo después no volvería a ser actriz

Y la ultima ha sido en….

Gondomar, al lado de casa. Hemos tenido función de IRIBARNE hace 3 días…

¿A quién admiraba de pequeña?

No soy demasiado de mitificar personas, esa es la verdad. Pero creo que por ejemplo un creador que me ha gustado mucho cuando era pequeña y que tiene sentido traer a colación es Pedro Guerra. Esa manera de contar historias creo que me sigue representando, aunque ya no lo escuche. Y creo también que justamente ver un artista que no dependía de su físico para serlo me liberó de la presión estética con respecto al creador/a.

¿A quién admira ahora?

A todas las personas que hacen teatro colaborativo, comunitario, de base. Y a aquellas que consiguen con procesos semejantes cambiar la vida de las personas. Eso me parece impresionante.

Aprendí mucho de….

Marcos Layera, de La Resentida.

¿Con qué personas conocidas le gustaría trabajar?

No soy muy mitómana como comenté antes. Pero una persona con la que me gustaría trabajar, o seguir trabajando, es Alba Flores. Porque me siento muy conectada con su energía desde que empezamos a trabajar juntas en algunos proyectos que tenemos en común.

Otro actor con el que me encantaría colaborar y que no conozco, por ejemplo, es Javier Gutiérrez. Siempre me fascina su trabajo.

Y con Oriol Pla. Me parece un grande.

Y muchas más, claro. Pero bueno, lo primero que me ha venido a la cabeza.

¿Con qué compañías le gustaría trabajar?

Pues me encantaría colaborar por ejemplo con La Calórica. Me parece un lugar estupendo donde pasar unos meses. Y también con Nao Albet y Marcel Borrás, me encantaría, me lo pasaría estupendo, que me llamen cuando quieran!

¿Cómo se gestiona la incertidumbre ante un proyecto que no llega?

Con el pasar de los años aprendes que unos proyectos salen, y otros no. Aceptación. Es muy doloroso al principio, pero poco a poco te das cuenta de que tienes que pasar página cuanto antes, que es lo mejor. Aceptar lo que viene, y lo que no.

¿Cómo se celebra cuando si llega?

Pues con un vino! Yo soy bastante comedida en la celebración, porque cuando empezaba me emocionaba muchísimo con cada cosa, y luego aprendes que eso que parece salir, a veces tampoco sale. Así que yo siempre pienso: esto “parece” que va a salir, ya veremos. Esto no me permite pegar saltos de alegría, pero también impide que choque con el techo y me haga brechas en la cabeza. No subo demasiado, y así evito caídas estrepitosas…

Una dramaturga debe tener un plan b para poder sobrevivir, ¿cuál es el suyo?

Bueno, yo tengo mi compañía junto a Xavier Castiñeira, ButacaZero, así que no dependo de que nadie me de trabajo. Yo lo genero. Eso me salva desde hace años.

¿Cuáles son las historias que más le atraen actualmente?

Busco historias que me sorprendan y me abran en canal. Siempre estamos buscando eso para generarlo en el público.

 ¿El mejor momento vivido sobre las tablas?

La primera vez que actué con mi grupo universitario, Teatro da Falúa. Sentí como un hilo de conexión directa con el público que me cambió la vida. Yo siempre me había sentido desconectada del mundo, y esa conexión me transformó.

¿Y el peor?

Mi primer blancazo, sin duda. Lo pasé mal durante días. No me lo perdonaba. He tenido que aprender que los errores son parte del teatro y que todo lo que pasa, ya pasó; que no se puede caminar con el dolor del error ni un segundo, ni en escena ni, si es posible, en la vida.

Una obra que le haya herido su sensibilidad como espectadora…..

Materia Prima, de La Tristura. Me impresionó. Salí sin saber si me había gustado o disgustado, con una sensación extrañísima. Fue potente.

 Y una que le haya insultado a su inteligencia……

Demasiadas, sería reduccionista escoger una…

¿Qué tal sientan los premios, cómo se digieren para continuar después?

Bueno, no creo que los premios cambien demasiado absolutamente nada, he aprendido eso. Pueden alegrarte el día, o entristecerlo, y dependiendo de cómo gestiones el ego asociado puede durar más o mesmo esa alegría o ese dolor, pero realmente no cambian nada. Sólo creo que me han servido o cambiado al principio, porque recibí uno importante en Galicia al principio de mi carrera, el Abrente, y justo la impulsó.

¿Qué le anima a no rendirte en esta profesión?

El amor que siento por el teatro, que de verdad me gusta. Si no me gustase tanto, ya lo habría dejado, porque es muy duro.

¿Qué le gustaría estar haciendo dentro de diez años? ¿Y en dónde?

No tengo ni idea. Ahora me siento bien con mi vida, con lo que me da. Creo que me gustaría seguir donde estoy, y si puedo vivir en mi pequeña casa, en Galicia, genial. Adoro esa paz. Me encanta hacer proyectos interesantes y viajar y visitar teatros nuevos, pero si me preguntas donde quiero estar, ahora mismo quiero estar en mi casa.

 

Conoce más de Esther en: