Mi nombre es Juana Subercaseaux y soy pintora e ilustradora. Estudié Artes Visuales en la Universidad Católica y después estudié un año Ilustración Editorial en Madrid .

Creo que no hubo un momento específico en el que decidiera dedicarme al arte (todavía no lo decido del todo, jaja). Fue más bien algo que estuvo siempre conmigo y fue tomando forma como mi profesión de manera muy fluida y evidente. Mis intereses desde que recuerdo han tenido relación con las imágenes y la pintura y creo que hasta hoy he respondido a eso sin ponerlo en cuestión.
Si puedo quizás identificar un momento más reciente en el que tomé la decisión de hacer de la pintura mi primera prioridad y dejar la ilustración únicamente como una medida de emergencia económica…

Mi imaginario surge de los espacios indeterminados entre la naturaleza y el ser humano: el paisaje, el artificio, la construcción, la relación muchas veces contradictoria entre ambos mundos. A partir de ese lugar aparece el asunto de la muerte, el fin, la caducidad de un universo contra el otro, ya que cada uno habita en una temporalidad radicalmente diferente y en esos puntos de encuentro es inevitable pensar en lo que perdura y lo que se acaba.
No sabría muy bien cómo nombrar el tipo de naturaleza que me atrae y es ese quizás el primer impulso en mi elección: lo extraño, lo indeterminado. Paisajes vagos que se asocian a cierto mensaje oculto que habla de la espera, del paso del tiempo, de la decadencia o que sugieren que algo que está por suceder o acabar.
La contemplación del paisaje es inherente al ser humano y la distancia entre su existir y la evolución natural han generado un lugar oscuro, abordado de muchas maneras través de las artes pero siempre inabarcable. Esa distancia, ese espacio sublime e innombrable, es el que me interesa explorar desde la pintura de la naturaleza (viva o muerta) y las aristas de su tradición.
Me interesa generar paisajes que no sean demasiado complejos en su construcción pero que sugieran algo más allá, alguna sensación de presagio o desidia.

Mi estilo lo definiría como naturalista retorcido jajaja… En realidad es bastante tradicional en cuanto a las temáticas (paisaje-naturaleza muerta) pero intento generar un desfase y una perversión por sobre esa apreciación de lo “bello” en la naturaleza.

Mi metodología de trabajo es desordenada y cambiante. Tengo recopilaciones enormes de imágenes que reagrupo todo el tiempo en carpetas pero siempre bajo un manto de caos general y móvil. A partir de estas imágenes voy seleccionando criterios o aspectos que me llamen la atención, mezclándolos entre ellos, añadiendo y abandonando en el camino. Así, la distancia entre la visión inicial y el resultado final siempre es grande y no me atengo mucho a ninguna idea previa. La construcción de la imagen va mutando de manera espontánea y hay un rango de movimiento amplio entre el plan y el desenlace.

Los artistas que me han influenciado y servido de referentes son muchos! Por nombrar los más relevantes en este minuto y que han perdurado en mí en el transcurso del tiempo son Edvard Munch, Gerhard Richter, Luc Tuymans, Felix Vallotton, Giorgio Morandi, David Hockney, Peter Doig, Milton Avery, Mamma Anderson, Jockum Nordstrom. Los postimpresionistas y fauvistas, Gauguin, Matisse, los simbolistas, Odilon Redon, Leon Spilliaert. El arte tradicional japonés siempre me ha cautivado mucho.
Artistas más cercanos en tiempo y espacio, Adolfo Couve , Christian Vink y Benjamín Edwards.
De ilustradores Claire Rojas, Yuki Kitazumi. De películas, Fitzcarraldo, Fata Morgana, La Ciénaga y Post Tenebras Lux fueron conmovedoras para mi en cuanto a la imagen pictórica.

No podría decir cuál es mi mejor obra, en realidad espero que no haberla hecho ya… La más popular eso sí podría decir que es un paisaje en lápices scripto que se llama “Verano”. Creo que ese gran cielo rojo tiene mucho que ver con su éxito.

Ahora mismo me encuentro pintando en mi taller y preparando mis únicas vacaciones del año en Septiembre. Estoy también armando un proyecto de libro/registro/catálogo para postularlo a un fondo.

En 10 años más me gustaría seguir moviéndome y avanzando en la pintura, cada vez con mayor libertad y con mejor sueldo jaja… Me gustaría alcanzar las condiciones para producir o encontrar mis propias imágenes-referentes e ir generando un archivo fotográfico de creación propia.
Me gustaría hacer una exposición grande e inventar proyectos interesantes relacionado con otras disciplinas. Me encantaría armar una residencia temática de pintura de paisaje en sitios específicos, ligarme por ejemplo a producciones editoriales más experimentales. Ya en otro ámbito, siempre he tenido el deseo de ser parte de la creación de un programa de televisión infantil, en donde Plaza Sésamo y 31 minutos me parecen referentes esenciales.

El mercado del arte funciona bajo un misterio indescifrable del capitalismo del cual formo parte y comprendo bastante poco. Podría decir que al menos en Chile tiene algo que ver con los apellidos en una medida mucho mayor a la que debiera. Me pasa mucho en contextos expositivos que se me acercan personas a comentarme sobre mi nombre y mis parientes y es eso lo que los lleva a mirar mi obra y no al revés. Eso es reductivo y humillante.
Estoy de acuerdo con la voluntad comercial del arte y la inclusión del apoyo privado en este, pero veo que en general hay poca complejidad y especificidad en cuanto a las galerías y escenas comerciales, que se favorecen círculos pequeños de artistas muy relacionados al “marketing” y que hay poca voluntad de generar instancias más valientes y explorativas de arte.

Me gustaría haber inventado una respuesta frente a la cuestión del porqué es un cuadro diferente a un cenicero o una corchetera, qué es lo que le otorga ese “alma” distinta a la de los objetos y la fotografía.

Puedes ver la obra de Juana en: www.juanamanana.tumblr.com